Muchas personas creen que realizar una auditoría de género es simplemente hacer una checklist y marcar la casilla de que es una institución que promueve la igualdad. Sin embargo, se trata de un proceso mucho más complejo que definitivamente no puedes llevar a cabo si tu institución no se encuentra lista o planifica la misma.
Por eso, si tu institución va a realizar una auditoría de género, debe tener en cuenta tres puntos indispensables:
1- Contrata una institución o consultora intermediaria. Contratar a una institución intermediaria puede parecer un gasto, sin embargo, es un factor de éxito. Entiendo, has destinado un fondo para tu auditoria y contratar una consultora intermediaria se sale de tu presupuesto. Sin embargo, contratar directamente a una auditora de género, puede parecer más barato, pero te va a costar caro. Esto se debe a que la intermediaria se encarga de corregir y pulir el documento para que quede listo para la entrega. Si esa intermediaria no existe, al revisar tú el documento, tu sesgo puede afectar la integridad de los resultados. Pierdes tiempo revisando un documento para el que no estas capacitado, también pierdes energía al querer buscar explicaciones de los resultados.
Les doy un ejemplo:
Una vez trabajé con una institución que era emblema en su área. Me contrataron de manera directa y no quisieron realizarlo mediante intermediarios. ¡Cuando leyeron el informe, se sintieron afectados y solicitaron que cambiara partes de esta e incluso la redacción! Obviamente, por ética profesional no pude hacerlo. Tuvimos que realizar muchísimas reuniones que nos quitaron tiempo, energía, y que podían erosionar las relaciones profesionales, para que aceptaran los resultados. Ese proceso pudo haber sido evitado.
Por otro lado:
Cuando trabajé mediante intermediarios con una institución con resultados muchos mas adversos, el informe llegó pulido y sin sesgos a las manos de la institución interesada. Aceptaron los resultados ya que entendieron que su rol NO era revisar la validez de estos porque ya habían pasado dos filtros y aplicaron las recomendaciones. Hasta hoy, converso con ellos y tenemos buena relación.
2- Contrata a una especialista en el tema. No todas las personas que estudian género pueden hacerlo, y contratar a alguien que no se encuentra capacitada, puede generar más daño que beneficios. Una especialista puede parecer que te ofrece un presupuesto muy elevado a diferencia de quienes no se encuentran preparados, pero ten en cuenta que tu auditoría va a sentar las bases para hacer que tu institución transversalice género. Es decir, que a partir de los resultados que tengas del estudio, se va a determinar si estas invirtiendo bien o mal el dinero de la institución por los próximos años. Cuando veas los resultados, verás que te cobraron lo que vale.
3- Toma con seriedad la auditoría. Esta es igual de importante que cualquier otra que realicen en tu institución. Si te piden documentos, facilítaselos. Si te realiza preguntas, no des vueltas. La transparencia que tengas con la auditora determina la diferencia entre recibir un documento que sirva su propósito, y uno que sea un gasto absurdo.
Por ejemplo:
Trabajé con una institución que se negaba a compartir sus documentos salariales. Ponía trabas, dificultades, burocracia. Finalmente, no se pudieron evaluar. Los resultados sobre su brecha sexual salarial fueron vagos, y simplemente tuvieron que ver con su falta de transparencia. De haber accedido a los documentos, podría haberles asesorado sobre como transparentar los datos y ayudar a que cerrar la brecha. Una vez finalizado, tuvieron que contratarme y pagar nuevamente honorarios, para que realizara ese análisis que pude haber realizado desde un primer momento si hubieran sido transparentes. Su planilla salarial es ahora más justa.
Con esto en mente:
PLANIFICA,
INVERTE DE MANERA INTELIGENTE,
TRANSFORMA.
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